A John Gres, lo ubicaba de más chico. Su menuda apariencia me era familiar de unos programas que se emitían en blanco y negro por Canal 13 a comienzos de los setentas. Era uno de esos programas regalados y que servían para rellenar programación en aquellos años de escases de material de producción local. Se trataba de algo así como un noticiario de la OEA u ONU, ya no lo recuerdo con certeza. Ahí, destacaba este cubano con una dicción muy especial de las “eses” y “cehaches” que las hacía sonar redondas, claras, perfectas. Gres, fue durante un par de décadas la voz de las sinopsis o trailer de películas de cine. Así su referencia sonora, en mi caso, está más ligada al séptimo arte que a la radio.
De todas formas, fue locutor durante varios años de Radio Concierto, reafirmando la frase-concepto de la emisora, Por el Camino de la Paz. Del mismo modo, lo asociamos a algunas marcas que lo utilizaron como voz de identificación (una buena costumbre en lamentable desuso). En nuestro país, el caso más claro es el de la multitienda Ripley con sus campañas bajo el eslogan “lo mejor de cinco continentes”.
Pero Gres, por la calidez y textura aterciopelada de su voz, gruesa pero suave a la vez y distante de los tonos graves más metálicos, encontró un nicho muy interesante en la declamación de poemas, pensamientos y reflexiones.
Aquí, una muestra de la flexibilidad de John Gres.